Los dias transcurren y la vida se concentra o se escapa en las acciones, en los detalles, en las voces, en las circunstancias. Vamos recogiendo y dispersando un ramillete de hechos y emociones. La vida corre y merodeo por ella. Cada detalle es un acto maravilloso, significativo y digno de ser agradecido. El letargo de la costumbre no puede nublar ni uno solo de los sentidos. Entonces veo y comparto: lo simple y lo otro.
Sunday, September 17, 2017
Si yo me acordara de Julia...
Si yo me acordara de Julia. Julia siempre tuvo mas de 90 años, por lo menos en mi mente infantil. Vivia dos apartamentos mas abajo de mi tia, era Española y puntualizaba cada palabra con un acento, entonces extraño para mi, una mezcla entre ese seseo de La Peninsula y una ya gastada dentadura postiza. No tenia familia , solo la acompaña su inseparable perra Cholita. Su casa olia extraño, con ese olor peculiar que guardan las casas de personas mayores sin nada mas que grandes recuerdos, algunos libros, una escoba desgastada y una ventana siempre a medio abrir/a medio cerrar por no ganarse un resfriado.
Julia no se como llego a Cuba, pero murio alli.
El dia en que murio fue un luto para el barrio. Con ella se iban las medias largas para ir a la " bodega" ,cartera en brazo para cruzar la calle, una raza que nos fundo y un monton de historias que no se repetirian*. Pero yo me acuerdo poco de ella, lo que mas recuerdo es la cara de mi tia cuando me decia : " Llevale este poquito de cafe o el almuerzo a Julia ". Era casi impenetrable, quizas era solo la intolerancia de quien mucho ha vivido y visto, pero sobre todo de quien estaba viendo lo que no queria ver.
Julia como llego se fue, sin que yo pudiera por mis cortos años, conocerla a fondo. Seria una mujer fria, gris, de mal caracter o una calida y timida solterona?
De hecho no se si algun dia se caso, si tuvo un hijo que murio o un sobrino que no se ocupaba. Si alguien define la palabra " Desprotegido ", se me hace facil acordarme de la achacosa Julia y su baston.
Sin embargo despues de su partida me quedo siempre la alegria de recordar a mis tias y alguna que otra vecina ocupandose de ella, cargandole agua o llevandole una vela en las horas de apagon *. En tiempos de caos, de pandemia, en esos en que la Solidaridad se apodera de nosotros, vuelvo a ver a mis tias en tantas caras, en tanta mano tocando puerta ajena con una tacita en alto ... de cafe ! ab
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